Ficha Ares

Nombre: Ares
Lugar de Residencia: el Olimpo
Ocupación: Dios de la Guerra

Ficha Técnica:

Ares, el aguerrido hijo de Zeus y Hera, llamado también Marte por la civilización romana, es considerado en la como el Dios de la guerra y es la representación bélica que consigo traen las batallas y la guerra.

Con un carácter más sanguinario en combate comparado al de su hermana Atenea, que representaba más a la sabiduría, Ares es una representación de la fuerza bruta, el horror y la violencia que lleva consigo la guerra.

Aunque feroz y belicoso, Ares no era invencible, ni siquiera frente a los mortales, a pesar de la inmortalidad de la que Gozan los dioses, era muy sensible al dolor y acudía rápidamente a su padre Zeus cada vez que era herido en combate.

El culto de Ares, que se creía originario de Tracia, no estaba muy difundido en la antigua Grecia y, donde existía, carecía de significación social o moral.
Ares era una deidad ancestral de Tebas y tenía un templo en Atenas, al pie del Areópago o colina de Ares.


Prueba Escrita:

Aún no salían los primeros rayos del Sol en el Horizonte, cuando Ares se encontraba de pie en la entrada de su morada en el Sagrado Olimpo, su cuerpo, cubierto con una fina tela de seda que bloqueaba la vista gran parte de su físico, sentía los últimos rayos de luz que la noche soltaba.

Su mirada, fija en el infinito horizonte, reflejaba un cierto aire de inquietud.

-"Mortales... ¿Que es lo que sucede en el mundo? ¿Es que comienzan a Perder el Espíritu guerrero? las cosas no son como antes..."- pensaba en silencio el Sanguinario Dios.

Rápidamente su rostro comenzó a cambiar su expresión, un cambio que solo significaba una cosa cuando este demostraba dicha imagen.

-"Creo que... ¡¡Es mejor devolverle a los mortales el Espíritu guerrero que incita a la violencia, al combate, a la sangre que se derrama sin cesar en los campos de la Gloriosa guerra!!... ¡¡Es hora de Devolverle la Emoción de la guerra al mundo!"

su determinación era clara, su sed de combate, que por mucho tiempo se encontraba calmada, fue liberado cual si fuera una Explosión, una explosión de sentimientos encerrados que solo clamaban a su cuerpo llegar a sentir el furor del combatir una vez mas.

Girando bruscamente, Ares fue con paso acelerado al encuentro de lo necesario para emprender tal capricho del Olímpico guerrero.
Buscando entre la habitación, comenzando a hacerlo con cierto aire de desesperación, Ares finalmente encontró lo que buscaba, una larga lanza, cuya punta dorada relucía en las oscuridad de la noche, junto a la cual se encontraba un Yelmo y un Escudo, casi tan brillantes como el resplandor que liberaba el arma divina, mas alejado se encontraba una vieja armadura, que a pesar de los años de estar en sin ser vestida, aun servia de protección al bélico Dios.
Ares se apresuro a equiparlos cubriendo su cuerpo con la vestimenta típicas de antiguo guerrero, la emoción era notoria en el rostro de Ares, quien una vez preparado se acerco nuevamente al lugar donde minutos atrás se encontraba en profunda reflexión.

- "en este día, el mundo recordara el nombre de Ares, nuevamente y la guerra se extenderá a todo ser humano que habite en este mundo, ¡una vez mas conocerán la voluntad de Ares!"- pronunciaba para si mismo en lo profundo de sus pensamientos, acelerando el paso para salir por entrada de su morada.

Rango listo, asi que puedes empezar a hacer desastres cuando quieras.