Templo de Ares

Era ya pasado el mediodia, cuando el calor comenzaba su invacion a el recinto de Ares, en combinacion con una fresca brisa que golpeaba el cuerpo del sanguinario dios, que reposaba relajado en su morada, con los ojos abiertos a medias, se encontraba despreocupado de lo que en su entorno sucedia, pocas veces un Dios tan activo y energico tenia estas placenteras oportunidades para relajar tanto su mente como su cuerpo, a su lado reposaba de igual manera su armamento divino, que tan ferozmente le habian servido en antiguas hazañas.

aunque una extraña sensacion recorria su mente, esa extraña sensacion en la que sentia que olvidaba algo importante.

- tengo esta sensacion de que he olvidado algo, sin embargo no logro recordar, quizas un poco de descanso me ayude a recordar mejor- dijo el Olimpico al momento que cerraba completamente su ojos.

Apareció en la entrada del jóven dios...

Ares...has olvidado el encargo de tu madre....y he tenido que venir yo misma por el...

Anunciando de esta manera su entrada, en la casa de su hijo amado...

-Sal de una vez querido, tengo poco tiempo y una hermana deseando hacerte perder el tuyo...
Necesito cuanto antes mi arco y mis flechasdijo Hera, mientras miraba a su hijo acercarse...

Aun visiblemente molesta, recordando la mala cara y las palabras de su hermana mayor....
mientras decia en voz baja...

Ares, ¿de todas las mujeres que puedes tener, porque tenias que tomar a una tonta vestal?
Al menos, esa deuda quedó saldada con tu tía Hestia cuando le diste ese magnifico Templo en Roma...no lo olvides!

luego de haber permanecido dormitando unos minutos, una voz bastante familiar se oyo en el recinto, abriendo lentamente sus ojos pudo reconocer la voz que se escuchaba...

-ahora lo recuerdo!!- dijo Ares

levantandose apresuradamente y con algo de torpeza, Ares corrio al encuentro de su madre que se encontraba en la entrada, a lo lejos pudo notar que se encontraba susurrando, algo que el dios de la guerra no pudo llegar a oir.

-Madre... perdona mi descuido, olvide completamente el deber que me encomendaste- Dijo Ares acercandose a Hera con la cabeza ligeramente inclinada, denotando algo de vergüenza al habersele olvidado tan simple trabajo.

sin embargo Ares no pudo obviar el hecho de que algo pasaba, al ver el rostro de disgusto que llevaba Hera en su rostro.

-ahora que llegaste hasta mi recinto, no puedo evitar observar aquella expresion de molestia que llevas grabada en tu rostro, dime madre... es que mi falta de atencion te molesto? o... o es que algo de seriedad te paso en tu camino hacia mi morada?, por favor pasa y cuentame que es lo que te trae tan molesta mientras voy en busca de tu armamento- dijo Ares mientras giraba y a paso acelerado iba en busca del arco y flechas de Hera

Madre... perdona mi descuido, olvide completamente el deber que me encomendaste-

Levantando el rostro de su hijo, cambió su expresión severa por una sutil sonrisa, suspirando luego dejando de lado el incidente...

-No te preocupes querido niño mío, no has sido el causante de mi molestia. Ya sabía yo que habías olvidado por completo mi encargo, pero ese olvido, si hubiesen atacado mi templo me habría costado caro...

Tomo su cara con ambas manos y depositó un suave beso en su mejilla derecha...

-Sé más responsable la próxima vez...

Lo siguió al interior del templo, mientras le relataba lo acontecido en el Templo de Hestia y la sospechosa visita que le hicera Atena tanto a ella como a su hermana...

-Te puedes imaginar la escena en el Oráculo, ella (Atena) pidiendome consejo a mi y aunque te parezca imposible se lo dí, a falta de tu padre que continua aparentemente desaparecido, no me queda más que asumir el papel de Reina del Olimpo con todos...incluída ella

Se sentó en un amplio sillón...

-En vista de los extraños sucesos acontecidos tu abuela Rhea esta en mi templo, junto con Poseidón y Hestia y entre todos estabamos descubrir a los posibles culpables de los ataques.

Suspiró pesadamente antes de proseguir...

-Todo iba bien hasta que tuve la "genial" idea de preguntarle a mi madre si ella podría localizarte con su laptop y ya te imagiarás la mala cara que hizo Hestia en cuanto mencioné tu nombre...Pero como te dije, eso no es de importancia y tu mi amado hijo tienes cosas mucho más importantes por que preocuparte...Artemisa fué a cuidar del Oráculo de Delfos pues Apolo parece no estar consciente de la situación ni de nada en realidad algo más porque preocuparme...

Miró por fin el destello de su arco divino...sonriendo complacida

-Sabes que apagar el fuego sagrado que cuida Hestia es un mal presagio, yo desconfío de Atena, con sentadas razones...su actitud y las diferentes versiones de lo que ocurrió en su templo, entre otras cosas, me hacen dudar de ella..

Se levantó rapidamente, acercándose a Ares

-Debemos ser prudentes al menos de momento hijo mío, luego mi madre tu y yo nos reuniremos y tomaremos las medidas necesarias, de momento te recomiendo alertes a tus guerreros, pon guardia en tus templos, es mejor estar preparados
Yo debo regresar a mi templo, tengo deberes con mi madre y mis hermanos...

Ares escuchaba con gran detalle las palabras que soltaba Hera mientras registraba el lugar en busca del Arco de su Madre.

-Te puedes imaginar la escena en el Oráculo, ella (Atena) pidiendome consejo a mi y aunque te parezca imposible se lo dí, a falta de tu padre que continua aparentemente desaparecido, no me queda más que asumir el papel de Reina del Olimpo con todos...incluída ella

- es verdad que mi Padre lleva fuera de nuestra percepcion ya bastante tiempo, sospecho sobre este acontecimiento, no se ha acercado ni siquiera para dar un simple saludo, y en verdad que te ha dejado en esta posicion, que seguramente no sera nada facil para ti madre- Dijo Ares al tiempo que se ponia de Pie con un objeto brillando como el sol.

Ares se acerco a Hera con el objeto buscado, entregandoselo en las manos, al momento que tomo asiento junto a su madre, con una cara de preocupacion.

- En verdad que todos estos sucesos son algo de suma gravedad, ya tengo a muchos de los mios en distintas partes tratando de encontrar alguna pista que pueda llevarnos al responsable de todo este acontecimiento, sin embargo... tus sospechas hacia mi Hermana Atena no me pasan desapercibidas, es verdad que ultimamente anda actuando de manera extraña, pero creo que estas juzgando demasiado rapido a mi hermana, aun si tubieras razon en esta desconfianza, solo el tiempo lo dira Madre...

...Yo debo regresar a mi templo, tengo deberes con mi madre y mis hermanos...

-esta bien- Respondio Ares - ante cualquier novedad o amenaza que encuentre, seras la primera en saberlo madre, no hay tiempo que perder en estos momentos, y si tu llegaras a descubrir algo o encontrar alguna amenaza no dudes en contactarme, en verdad que no podria permitir que algo te pasara Madre mia- dijo Ares despidiendo a su madre con un Abrazo- Sere un Dios Guerrero y Belico, pero aun tengo en mi ser este sentimiento maternal...

Toma en sus manos el dorado arco, tensando con calma el cordel mientras escucha a su hijo.

- Es verdad que mi Padre lleva fuera de nuestra percepcion ya bastante tiempo, sospecho sobre este acontecimiento, no se ha acercado ni siquiera para dar un simple saludo, y en verdad que te ha dejado en esta posicion, que seguramente no sera nada facil para ti madre-

-No es una posición en la que me agrade estar, pero ese es mi deber, Ares, no era mi intensión preocuparte aun con estas cosas, lamento lo de tu padre, yo supuse que después de nuestra separación el querría permanecer un tiempo alejado, pero ante todo somos hermanos y es su obligación estar aquí en este momento el que no esté aquí es lo que más me preocupa.

Tomo el carcaj con las flechas dandoles un rápido vistazo...

-A pesar de todo nuestros "negocios" conjuntos siguen en pie tal y como antes eso no cambiará nunca, sólo espero que este bien...Por mientras tengo una convención de dioses en mi templo que atender y supongo que Rhea en cuanto sepa que estás aquí querrá venir a saludar a su nieto...

-esta bien- Respondio Ares - ante cualquier novedad o amenaza que encuentre, seras la primera en saberlo madre, no hay tiempo que perder en estos momentos, y si tu llegaras a descubrir algo o encontrar alguna amenaza no dudes en contactarme, en verdad que no podria permitir que algo te pasara Madre mia-Sere un Dios Guerrero y Belico, pero aun tengo en mi ser este sentimiento maternal...

-Lo sé querido, serás muy el dios de la guerra, pero ante todo eres mi hijo y sé que amas, no te preocupes, estarás al tanto de todo, me tranquiliza saber que tus guerreros están enterados y alertas...Si me necesitas estaré en mi Templo.

Se acercó a el y acarició con cuidado sus oscuros cabellos..

-¡Cuídate y no seás tan olvidadizo!-
luego se desvaneció regresando a la habitación de su templo...

-Lo sé querido, serás muy el dios de la guerra, pero ante todo eres mi hijo y sé que amas, no te preocupes, estarás al tanto de todo, me tranquiliza saber que tus guerreros están enterados y alertas...Si me necesitas estaré en mi Templo.

Ares asintio con la cabeza mientras observaba a Hera desvanecerse, volviendo al lugar del que venia, Una vez que Hera se retiro de la morada de Ares, este permanecio pensativo por un tiempo, caminando lentamente hacia una de las ventanas del lugar y con la mirada preocupada, Ares observo pensativo a traves de esta, apoyado con el rostro ligeramente fuera, recibiendo una suave briza que movia lentamente sus cabellos.

Ares pensaba sobre lo conversado con su madre, sin embargo no podia quitar de sus pensamientos los ultimos acontecimientos tan fugaces que habian tomado lugar en el Olimpo, y mas aun sobre las fuertes acusaciones, que por parte de Hera recaian sobre Atena.

- Atena... serias tu capaz de cometer semejante acto de completa locura? llegare al fondo de todo este asunto!... sin embargo, ninguno de los mios trae alguna novedad, esto en verdad es preocupante... quizas.... quizas sea que el culpable... sea uno de los habitantes de Olimpo.... Quizas mi madre tenga razón... - repetia Ares una y otra vez en voz baja, esperando respuesta de alguno de sus mensajeros.