..::~Palacio de Hades~::..
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..::~Palacio de Hades~::..
Se alza imponente, justo frente a la planicie del Juicio el oscuro palacio donde mora el dios del Inframundo. Sus paredes de mármol negro adornadas por visos dorados resguardan los más maravillosos tesoros guardados en las amplias cámaras de la construcción. La sobria fachada cuenta con una enorme puerta del más fino ébano, resguardada por cancerbero, magnífico animal que yace tendido en frente a la entrada.
En el interior del palacio, si es que es posible hacerlo, se encuentra un patio, rico en variedad; semejante a un oasis en medio del desierto. Árboles frutales, cuyos deliciosos productos encadenan a quien les pruebe al inframundo; álamos blancos, de menta y numerosos cipreses que solamente se abren para permitir seguir el camino trazado por la vereda que sigue avanzando hasta encontrarse con la magnífica galería del palacio. Cortinas de terciopelo rojo bordeando la entraba, al igual que los amplios ventanales.
Los pasillos, amplios y lustrosos se ven adornados con estatuas griegas y algunas pinturas; toda iluminadas tenuemente por antorchas sostenidas por figuras que emulan lo ssueños predecesores de la muerte. Incontables pasillos que se van dividiendo como lo haría un río no impiden la llegada la sala principal, esa donde se encuentra el magnificente trono de ébano.
Ahí, sentado, vestido en un negro peplo, se encuentra el dios, su cabeza ligeramente inclinada dejando que su larga cabellera oscura caiga por encima de la tela. Sus ojos se encuentran entrecerrados, observando con cierto tedio y desdén la quietud reinante en el Inframundo. Por otro lado su diestra sostiene su mentón a al par que la diestra se encuentra acariciando a una joven ninfa, hija de Océano, es la ninfa del Lete la que disfruta en silencio las caricias de su señor.
En el interior del palacio, si es que es posible hacerlo, se encuentra un patio, rico en variedad; semejante a un oasis en medio del desierto. Árboles frutales, cuyos deliciosos productos encadenan a quien les pruebe al inframundo; álamos blancos, de menta y numerosos cipreses que solamente se abren para permitir seguir el camino trazado por la vereda que sigue avanzando hasta encontrarse con la magnífica galería del palacio. Cortinas de terciopelo rojo bordeando la entraba, al igual que los amplios ventanales.
Los pasillos, amplios y lustrosos se ven adornados con estatuas griegas y algunas pinturas; toda iluminadas tenuemente por antorchas sostenidas por figuras que emulan lo ssueños predecesores de la muerte. Incontables pasillos que se van dividiendo como lo haría un río no impiden la llegada la sala principal, esa donde se encuentra el magnificente trono de ébano.
Ahí, sentado, vestido en un negro peplo, se encuentra el dios, su cabeza ligeramente inclinada dejando que su larga cabellera oscura caiga por encima de la tela. Sus ojos se encuentran entrecerrados, observando con cierto tedio y desdén la quietud reinante en el Inframundo. Por otro lado su diestra sostiene su mentón a al par que la diestra se encuentra acariciando a una joven ninfa, hija de Océano, es la ninfa del Lete la que disfruta en silencio las caricias de su señor.
agapi_mou- Usuario/a del foro
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Fecha de inscripción : 11/12/2008
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Re: ..::~Palacio de Hades~::..
Fuera de rol: Agapi, no es necesario que me contestes directamente, ya que Hestia habla a Hades a traves de su cosmos (ella se encuentra en el templo de Hera y hay una parte de la escena en la que eleva su cosmos hacia el Inframundo pues esta siguiendo el progreso del alma de Marina). Este mensaje se debe tan solo a procurar continuidad en la trama de la historia sobre la vestal asesinada. Sino contestas entonces mi personaje interpretara que todo esta bien; si decides contestar directamente, Hestia actuara de acuerdo con lo que le respondas.
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Tras haber pagado su obolo a Caronte, el barquero que transporta las almas de los difuntos por el rio Aqueronte hasta el lugar donde se las juzga, llevaba a Marina junto con otros pasajeros a traves del ya nombrado rio. Debido a que la vestal iba ungida con la sangre de la diosa Hestia se decidio que fuera llevada directamente a la presencia del Senor del Inframundo para que este decidiera sobre la suerte que le corresponderia.
Marina vestia la tunica y el velo que portaba toda vestal y cuando su viaje junto al barquero estaba a punto de concluir, el cosmos de la diosa Hestia se manifesto en forma de llama ardiendo en la vela anaranjada que se materializo en manos de la vestal.
La joven fue llevada delante de Hades y tras una costumaria reverencia, el cosmos de la diosa Hestia se dejo notar a traves de las gotas de sangre con las que Marina habia sido ungida y la vela, y su voz se dejo oir.
Hades, Senor del Inframundo:
La joven que se encuentra ante ti es Marina, la mayor de mis doncellas vestales que murio defendiendo la llama sagrada de mi templo, el cual ha sido atacado recientemente mientras yo estaba ausente. Ha sido ungida con mi sangre para que le concedas la entrada directa a los Campos Eliseos como recompensa a su valentia y buen hacer durante el tiempo que ha permanecido a mi servicio.
Confio que tu sentido de la justicia te hara otorgarle lo que te pido y me disculpes por la irregularidad de la situacion.
Dicho esto, el cosmos de la diosa desaparecio, aunque esta seguia alerta desde el templo de la diosa Hera, aguardando la decision de su hermano con respecto a la vestal.
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Tras haber pagado su obolo a Caronte, el barquero que transporta las almas de los difuntos por el rio Aqueronte hasta el lugar donde se las juzga, llevaba a Marina junto con otros pasajeros a traves del ya nombrado rio. Debido a que la vestal iba ungida con la sangre de la diosa Hestia se decidio que fuera llevada directamente a la presencia del Senor del Inframundo para que este decidiera sobre la suerte que le corresponderia.
Marina vestia la tunica y el velo que portaba toda vestal y cuando su viaje junto al barquero estaba a punto de concluir, el cosmos de la diosa Hestia se manifesto en forma de llama ardiendo en la vela anaranjada que se materializo en manos de la vestal.
La joven fue llevada delante de Hades y tras una costumaria reverencia, el cosmos de la diosa Hestia se dejo notar a traves de las gotas de sangre con las que Marina habia sido ungida y la vela, y su voz se dejo oir.
Hades, Senor del Inframundo:
La joven que se encuentra ante ti es Marina, la mayor de mis doncellas vestales que murio defendiendo la llama sagrada de mi templo, el cual ha sido atacado recientemente mientras yo estaba ausente. Ha sido ungida con mi sangre para que le concedas la entrada directa a los Campos Eliseos como recompensa a su valentia y buen hacer durante el tiempo que ha permanecido a mi servicio.
Confio que tu sentido de la justicia te hara otorgarle lo que te pido y me disculpes por la irregularidad de la situacion.
Dicho esto, el cosmos de la diosa desaparecio, aunque esta seguia alerta desde el templo de la diosa Hera, aguardando la decision de su hermano con respecto a la vestal.
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