Saint Seiya Eterna Llama de la Vida
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Lección en modales (Shaka x Shiryu)

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Mensaje  spicadevirgo66 Dom Jun 21, 2009 7:41 am

LECCION EN MODALES (Shaka x Shiryu)
Advertencia: este fic no es apto para menores de edad. Contiene descripciones gráficas del acto sexual. Shiryu y los de bronce, aunque sus edades no estan especificadas, en el relato son mayores de edad.

Shaka, el guardián del templo de Virgo, se hallaba meditando frente a una estatua de Buda. Agora y Shiva, sus discípulos, estaban junto a él, uno a cada lado, cuando de pronto un horrible estruendo los sacó de su trance.
Cuando se giraron hacia el lugar de donde venía el ruido vieron que se levantaba una enorme nube de polvo detrás de la que aparecieron tres caballeros de bronce entrando a través de un enorme agujero que hicieron a las puertas del templo. Antes de que pudieran lanzar un ataque, Shaka y sus discípulos inmovilizaron a los tres caballeros invasores.
-!Vaya, vaya!, mirad a quienes tenemos aquí. Si no me equivoco: Ikki del Fenix, Seiya de Pegaso y éste debe ser... Shiryu del Dragón... - dijo el rubio sarcásticamente.

-¿Y quién eres tú? !Déjanos pasar! -le gritó el impetuoso Seiya.
-!Cuidado con tus modales, amiguito!. ¿Cómo os atrevéis a entrar en mi casa sin siquiera llamar a la puerta?
-Tenemos prisa, Atenea necesita atención médica.
-!Ah! y por supuesto, eso os da derecho a destrozarme la casa... -dijo Shaka.
-¿Shaka? ¿es ese tu nombre? -preguntó un más conciliador Shiryu.
-Veo que estás bien informado.
-Por favor, perdónanos pero debemos ayudar a Atenea y necesitamos cruzar tu templo.
-Jovencito, ya os he dicho que no tenéis ningún derecho a pasar sin permiso. Sé que Mu os franqueó la entrada por voluntad propia, que le destrozastéis el casco a Aldebarán, que de algún modo os lograstéis colar en la casa de Géminis, que aquí el dragoncito le dio un palizón de miedo al caballero de Cáncer y que armastéis una trifulca en la casa de Leo para que Aioria os dejara pasar y ahora...
-¿Cómo sabes todo eso? - le interrumpió el Fenix.
-Es que nadie contestaba a la puerta. -replicó Seiya.
-Ya veo, así que tenéis que ir haciendo destrozos por donde paséis. En cuanto a como obtengo mi información, Ave Fénix, no es algo que os incumba y haced el favor de no interrumpirme, es de muy mala educación. Por cierto, ¿no había otros dos chicos con vosotros? ¿Quienes eran?
-!No!-dijo Seiya-!venimos solos!.
-Haz el favor de no mentirme o te costará muy caro- respondió Shaka con una expresión glacial en su bello rostro.
-Hyoga del Cisne y Shun de Andrómeda -dijo Shiryu levantando su cara hacia la del rubio.
-Así me gusta... ¿dónde están ahora?
-No lo sabemos, les perdimos en Géminis.
Agora y Shiva usaron sus poderes psíquicos y respondieron a la pregunta de Shaka.
-En la casa de Libra. Algo ha pasado con el caballero del Cisne, Andrómeda está intentando despertarlo. Camus pasó por allí antes...
-Ya veo...

Shaka aún estaba furioso pensando en cómo podría hacerles pagar la ofensa que acababan de cometer.
-Veo que decís la verdad en cuanto a Atena.
-Muchas gracias, ¿podrías desinmovilizarnos? - preguntó Seiya.
-!No tan rápido, muchacho!.
-Por favor, caballero de Virgo, no tenemos tiempo que perder - dijo el joven Dragón.
-¿Y yo sí?
-¿No entiendes? Atena morirá si...
-!SILENCIO! Lo primero es lo primero y me parece que todos necesitáis una lección en disciplina. Además, mi puerta...
-Shaka, cuando arreglemos lo de Atena, te prometo que regresaremos a arreglar los destrozos. Por favor, debemos irnos - volvió a replicar Shiryu.
-Y también una lección en paciencia- le interrumpió Shaka.

Viendo que Seiya iba a decir algo, Shaka le dijo que hiciera el favor de callarse o le quitaría el habla. Ignorándolos confirió durante unos minutos con Agora y Shiva.
Los dos discípulos llevaban una sonrisa algo malévola pintada en el rostro que asustó enormemente a los caballeros de bronce, aunque no tanto como la mirada que Shaka dirigió a Siryiu puesto que abrió los ojos brevemente. Por suerte o por desgracia, según se mire, el discípulo del caballero de Libra no lo vio porque estaba ciego (aunque notó un pequeño cambio en el cosmos).
Los tres sabían que estaban a merced del sexto guardián y que Aioria ya les había advertido que era un hombre muy poderoso al que cuando se le ofendia tenía muy malas pulgas.
-He decidido que dos de vosotros podéis iros con Agora y Shiva, quienes os acompañarán a la casa de Sagitario, donde recibiréis algo en lo que pensar...
-¿Qué quieres decir? ¿Por qué no vamos todos juntos? -volvió a interrumpir Ikki.
-!Y dale con las interrupciones! ¿Queréis salir de aquí o no?
-Sí.
-Entonces obedeced a Agora y Shiva en todo lo que os digan y ellos os conducirán después de una hora a la casa de Sagitario. Ikki y Seiya irán con ellos, Shiryu, tú te quedas aquí por ahora.

Sus alumnos le preguntaron:
-¿De verdad podemos hacer con ellos todo lo que queramos, maestro?
-Claro que sí, chicos. Todo lo que queráis, !lleváoslos!.

Antes de que pudieran protestar se marcharon y Shiryu se quedó solo con Shaka, quien se acercó al chico y le acarició el cabello.
-Ponte de pie. (Shiryu le obedeció) ¿Quién es tu maestro, jovencito?
-Roshi de Rozán.
-Supongo que te refieres a Dohko, el caballero de Libra.
-Supongo que sí - replicó Shiryu sonrojándose.
-Sí que lo es, no trates de ocultarlo. !Vaya!, el aprendiz de Libra en mi casa, ¿qué dirá tu maestro si le cuento lo que ha ocurrido aquí? -echándole las manos a los hombros.
-Sólo mi maestro puede disciplinarme... !Déjame irme! -replicó algo asustado al hombre que se hallaba a su espalda.
-Un pequeño problema se nos presenta, dragoncito, tu maestro no está aqui y en mi templo, al igual que cada caballero de oro en el suyo, tengo jurisdicción para castigar a cualquier intruso. Es más, aunque Dohko estuviera presente no podría hacer nada por ayudarte, a no ser que quisiera enfrentárseme, claro.

Shiryu, muy a pesar suyo, empezó a temblar, aunque hacía todo lo posible por no mostrar miedo delante del desconcertante caballero de Virgo. No podía verle pero sentía que su mirada estaba firmemente clavada en él.
-!Despójate de tu armadura!.
-¿Qué?
-Ya me oíste, hazlo ahora o si no....

Aunque Shaka estaba perfectamente calmado y no terminó la frase, el Dragón notó que había un tono de amenaza en aquella voz, así que pensó que sería mejor obedecerle.
-¿Por qué?
-Veo que estás muy nervioso... La armadura va a ser un estorbo para la tarea que tengo en mente para ti.
-No comprendo.
-Ni falta que hace, a partir de ahora permaneces en silencio hasta que yo te lo diga. !Desnúdate!
El joven no podía dar crédito a sus oídos, ¿qué clase de prueba era esa?, así que al principio no se movió.
-Vamos, vamos, no seas tímido. ¿No me irás a decir que nunca nadie te ha visto sin tu ropa?.
-No...
-Pues ya es hora de remediar esa situación. (Al oído) Desnúdate poco a poco.

El moreno comenzó quitándose el calzado, luego la chaqueta y la camiseta, por un momento dudando antes de deshacerse de los pantalones y se paró cuando llegó a su ropa interior, unos bóxers azules.
-¿Por qué te paraste? -preguntó Shaka con un tono de voz algo enojado.
-¿En serio quieres que me quite toda la ropa?
-Exactamente, todo fuera.
-Pero... yo...
-Shiryu, haz lo que te digo. Como caballero te vas a tener que enfrentar a grandes peligros, así que esto se va a quedar en una insignificancia, ¿o es que tienes algo de que avergonzarte?

Aquella sugerencia hizo que el joven dragón se desprendiera de su última prenda, iba a enseñar a aquel santo dorado (que bien poquito tenía de santo en aquel momento) que tenía un cuerpazo de vértigo. Cuando Shiryu quedó totalmente desnudo, Shaka comenzó a mirarlo detenidamente, como aquel que mira algo a través de un microscopio y expresaba sus pensamientos en voz alta, sin dirigirse a nadie en particular.
-Hermoso y largo cabello negro, liso, brillante y sedoso que llega hasta la cintura. Mmmm.... huele a lavanda, ¿lo lavaste hoy?- sin esperar respuesta Shaka siguió con lo que estaba haciendo- Es muy suave, textura sedosa. El cabello negro contrasta con la piel del color de un melocotón, de un tono uniforme por todo el cuerpo, aunque un poquito más oscura en el rostro, cuello y manos.
Shaka le acariciaba el cabello y echándolo hacia delante empezó a palparle los hombros, brazos y espalda.
-Veo que estás muy bien proporcionado. Espalda algo ancha y muscular, pero no en demasía, cinturita algo estrecha. Muy lindo... !date la vuelta!

Shiryu le obedeció muy sonrojado, con lágrimas de humillación aflorando a sus ojos ciegos. Shaka aún no podía verlas porque los tenía vendados, pero si notó el rubor del chico al poner una mano en su mejilla. *Mi pequeño Dragón, no tienes nada de qué avergonzarte.*
El sexto custodio quitó la venda que Shiryu llevaba abriéndole los ojos, quien involuntariamente dio un paso atrás.
-Shiryu, no te muevas, te prometo que no te haré ningún daño -dijo Shaka en una tierna voz al ver que el chico no paraba de temblar y las lágrimas anteriormente escondidas ahora caían por su rostro.
El caballero de oro las secó con un pañuelo blanco y con sumo cuidado puso las yemas de los dedos sobre los párpados del chico.
-!Ah, sí! Luchaste contra Argol de Perseus, ¿no es cierto?
-Sí.
-Y ese maníaco te dejó ciego.
-Tuve que destrozarme los ojos para poder derrotarlo.
-Es una pena, seguro que eran muy bonitos, pero Shiryu, como ya pudiste observar en la casa de Géminis, la vista a veces puede ser un gran estorbo porque no siempre todo lo que ves es la realidad, por ese motivo yo siempre mantengo los míos cerrados.
-¿Entonces no eres ciego?
-No, puedo ver, pero no siempre deseo hacerlo. Sin embargo, Asmita, mi predecesor, sí que lo era. (Cambiando el tema) Bonito rostro, facciones finas, no muy delicadas pero sí que son simétricas y bellísimas en su conjunto. Piel fresca, joven, y muy suave al tacto.
*¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Qué habrá ocurrido con los otros?*

El sexto guardián procedió a poner una venda limpia sobre los ojos del chico y al acercar su rostro depositó sus labios brevemente sobre los del Dragón, a quien el gesto tomó por sorpresa y le hizo enrojecerse aún más. Sentía como su cuerpo le traicionaba porque notó que su miembro empezó a ponerse en erección. A pesar de estar sintiendo la mayor vergüenza que había sentido en toda su vida al ser examinado tan de cerca, aquella resultaba estar siendo una situación extremadamente erótica y desconcertante, especialmente porque Shaka no hacía comentarios lascivos ni gestos obscenos. De hecho, Shaka parecía bastante clínico en su análisis aunque quizás ocultara sus verdaderas intenciones.
-Tus labios son muy suaves, carnosos, una auténtica delicia. Tu cuello largo (apartando el cabello) y de una elegancia exquisita.

El examen proseguía mientras bajaba la mano a los pectorales. Shiryu, a pesar de su rubor, se sentía muy excitado sabiendo que el sexto guardián podía verlo en toda su gloria y apreciaba gustosamente la exquisita belleza de su cuerpo.
Shaka evitaba todo contacto con los genitales y se concentraba en otras partes de su cuerpo. Ahora estaba acariciándole las tetillas, por lo que el joven no pudo reprimir un largo y profundo gemido.
-Shiryu, antes te advertí que guardaras silencio, éste es mi último aviso. !Y no te muevas!.

Shaka pasó la lengua por ellas, endureciéndolas, sabiendo que el chico estaba completamente a su merced y lo tenía temblando en una mezcla de placer y temor. Temor principalmente a la represalia que Virgo pudiera tomar, de la que quizás la peor sería el que parara de hacerle sentir aquellas maravillosas caricias.
El guardian se arrodilló frente al más joven y siguió con su "trabajo", palpándole el abdomen, los glúteos y las piernas.
-Piernas largas, fuertes, como troncos de árbol. Muy bien proporcionadas.
Shaka le hizo separarlas un poquito para examinar sus genitales más de cerca y con gran atención. Aunque el guardián de Virgo se sentía también muy excitado se contuvo e insistió en tomar medidas con una cinta métrica.
-Veo que estás muy bien dotado y que lo que se esconde bajo tu ropa funciona como es debido -dijo Virgo observando la enorme erección que presentaba el muchacho.-En efecto, no hay ningún problema en ese sentido -decía mientras le acariciaba y provocaba una mayor sensación de placer en el chico.
-Ooohhh, Shaka... -dijo el muchacho intentando agarrar la mano del dorado para que le estimulara todavía más.

Shaka se puso en pie inmediatamente con cara de muy pocos amigos.
-Shiryu, antes te advertí que guardaras silencio mientras te examinaba. Me parece que debemos corregir esa tendencia, ¿no crees?
-¿Qué quieres decir? -le preguntó algo temeroso.
-Sígueme.
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Mensaje  spicadevirgo66 Lun Jun 29, 2009 2:02 pm

Shaka lo llevó a su dormitorio, donde le dijo que se tumbara de espaldas en la cama doble que había en el centro. El muchacho le obedeció sin chistar, pero con gran desconcierto pintado en el rostro, sobretodo cuando el guardián del sexto templo le pidió que extendiera los brazos.
De cada poste de la cama colgaban unas tiras muy largas de seda, cuya presencia hizo sonreír a Shaka ya que le iban a ser de gran utilidad para enseñar una cosa o dos a aquel jovenzuelo. Procedió a atar las muñecas y los tobillos del caballero de bronce hasta que quedó totalmente expuesto a la mirada inquisitiva del de oro y completamente indefenso, puesto que no podía moverse.

*¿Qué ira a hacer ahora?.... !Por los dioses!... ¿y los otros? ... ¿y Atena?*
*Shiryu, Shiryu, mi bello dragón. Ahora estás totalmente a mi merced *.


Shaka se despojó de su armadura dorada y parte de su ropa quedándose desnudo de cintura para arriba. Se acercó al chico con una larga pluma que pasaba por sus pectorales, abdomen y entrepierna, a quien aquel continuo y cruel cosquilleo le hacían sentirse en un estado de suprema excitación a pesar de que no sabía a que atenerse con aquel bello guardián.
Virgo se cuidaba de evitar contacto directo con la zona genital para que Shiryu no pudiera derramarse demasiado pronto, aunque el esfuerzo de mantener su miembro erguido le estaba empezando a causar dolor y se tenía que morder el labio inferior para poder mantener el silencio. Su cuerpo estaba cubierto de cristalinas gotitas de sudor y se iba enrojeciendo ligeramente ante aquel tratamiento.
Los movimientos del pobre chico no podían estar más restringidos, aunque intentaba dirigir a Shaka a las zonas donde sentía mayor placer con ligeros movimientos de caderas y hombros, Virgo se daba cuenta y cruelmente cambiaba de dirección.

Capítulo 2.
Cuando Virgo vio que el joven librano iba a eyacular le colocó un anillo de goma en la base del miembro que le restringía el flujo sanguíneo, con la función de impedirle el verter su blanco líquido y simultáneamente mantener su erección, lo cual hizo que Shiryu, completamente frustrado, dejara escapar un gemido de protesta.
-Cada cosa a su tiempo, precioso. Aún no estás listo y... la lección aún no ha terminado.
-¿Qué quieres... decir? -dijo Shiryu sin importarle las consecuencias de su nueva desobediencia.

Shaka no le contestó pero le dio un palmetazo en la parte interior de una pierna cerca de los genitales, lo suficientemente fuerte como para dejar una marca roja en la piel del chico.
-AUUU... - dando un enorme respingo.
Shaka volvió a repetir la operación al otro lado con más fuerza.
-Shaka... no... -dijo con lágrimas en los ojos.
-Shiryu ya te he dado bastantes avisos y aún así no pareces tomarme en serio - le decía mientras seguía dándole manotadas, hasta que la piel quedó caliente y enrojecida.

Curiosamente para Shiryu, aunque Shaka le estaba causando dolor físico, una vez pasado el efecto inicial cada vez que el caballero de oro le tocaba (los golpes se iban haciendo más suaves, casi como caricias), aquella nueva sensación en la que el placer y el dolor se entremezclaban le hacía gemir más porque era extrañamente erótica.
Shaka se paró cuando juzgó que el chico ya había tenido bastante y pasó a concentrarse en su hombría, tomándola entre sus dedos, subiendo, bajando y con la otra mano masajeando los increíblemente hinchados testículos, provocando al Dragón un maremoto de placer que sacudía cada fibra de su cuerpo. El morenito intentaba hacer todo lo posible, con enormes dificultades, por guardar silencio para no provocar más las iras de aquel no tan angelical guardián.

*No te preocupes, pequeño, pronto verás que no todo es lo que aparenta ser y que esta situación que tanto parece atemorizarte se volverá muy placentera*
*Oh, Shaka, !qué cruel eres!... *


Viendo que el chico estaba tremendamente excitado, con gran ternura se echó a su lado, le tomó de la barbilla y besó sus labios con avidez para ahogar sus gemidos mientras que le desataba los entumecidos brazos que se dirigieron al sexto custodio para acariciar su cabello.
-Espera un momento.
Acto seguido, le desató las piernas y ambos caballeros se tumbaron de lado fusionándose en un abrazo que maximizaba el contacto de sus cuerpos. Shaka acercó sus labios a los del chico para poder besarle, pasando a introducirle la lengua y Shiryu reciprocó el gesto para poder explorar su dulce boca.

Fue Shaka quien rompió el beso para susurrarle al oído:
-Dime, Shiryu, ¿qué deseas ahora? -mientras mordisqueaba el lóbulo del chico.
El joven de los largos cabellos negros se sorprendió ante una pregunta tan directa.
-¿Qué quieres decir? -preguntó algo alarmado.

-¿No tenías prisa por asistir a Atena?-le preguntó al ver que el chico no se apresuraba a responderle.
-¿Y dejarme así?
-¿Prefieres quedarte?
-¿Qué clase de broma es ésta?
-Ninguna, caballero del Dragón. No puedo seguir...
-¿Por qué?
-No puedo seguir a no ser que...
-¿A no ser que...?
-... que me des tu consentimiento. Sin reservas.

A modo de respuesta, Shiryu volvió a besarlo con avidez.
-Por favor, Shaka...
-Si de verdad consientes, entonces quiero oírte decir lo que más deseas -replicó Shaka mientras apartaba un poco al impetuoso joven.
-Tengo miedo a ofenderte -volviendo la cara hacia un lado.
-Shiryu... habla libremente -revirtiendo el movimiento del chico.
-¿Podrías acabar de desnudarte y...?
-.¿Y... qué más? -dijo Shaka mientras que se quitaba el resto de la ropa, tras lo que puso la mano de Shiryu sobre su miembro erguido y caliente.

*Oh, Shaka........*

-Quiero que me...
-Por favor, dilo, ¿qué?
-Quiero que entres en mí, ahora.
-De verdad?
-Sí....

Shaka retiró la constricción que había puesto en el miembro del chico, se arrodilló entre sus piernas y comenzó a succionarlo. El joven Dragón tardó poco tiempo en verter parte de su tibio semen en la boca del sexto custodio que le pidió que se tumbara boca abajo.
Shaka le abrió las piernas, usó el resto del semen para lubricar al jovencito y poco después le introdujo muy despacito dos dedos para que se acostumbrara a la sensación que con mayor intensidad se produciría muy pronto.
En cuanto el chico notó aquella intromisión sus gemidos se hicieron más profundos, excitando aún más al caballero de oro que con su otra mano exploraba el cuerpo de Shiryu que estaba debajo suyo, incluyendo la zona donde antes había sido marcado por las manos de Virgo. Estaba tan sensibilizado que cualquier roce le hacía gemir y sacudía todo su cuerpo.
Shaka se echó encima suyo cubriéndole con delicados besos y mordisqueando su cuello.
-!Oh, Shiryu! !Cómo me encanta oírte gemir! ....
-Aaaa... Shaka, saca los dedos.... mmmm....
-¿Por qué? ¿no te gusta? -dijo embistiendo aún más.
-Sí, pero...

-Pero, ¿qué? -preguntó el sorprendentemente lujurioso custodio de Virgo mientras movía sus dedos con mayor rapidez.
-Aaaa... oooohh.... quiero que... *lo hagas de una vez*
-Ya lo sé, guapo (le dijo como si adivinara sus pensamientos), pero primero tendrás que hacer algo por mí. Algo que llevo deseando desde que empezamos.

Tan pronto como soltó aquellas palabras le hizo darse la vuelta y le introdujo su caliente y vibrante hombría en la boca.
-Tómala entera y pasa la lengua por ella.

El chico obedeció y al igual que Shaka hizo antes con él, le acariciaba hasta donde sus manos podían llegar en aquella restringida posición. Ambos hombres estaban excitadísimos, tanto que el miembro de Siryiu se irguió de nuevo causándole una nueva oleada de gozo que amenazaba con asfixiarle. Shaka disfrutaba al penetrar aquella deliciosa boca, preludio al otro lugar al que se introduciría poco después en aquel exquisito joven.
Antes de correrse, Shaka se paró, aunque le supuso un enorme esfuerzo de autocontrol y tuvo que salir de la habitación momentáneamente dando instrucciones al moreno de que no se moviera.
No tardó mucho en volver con una botellita que contenía un líquido lubricante del que virtió una pequeña cantidad sobre su miembro.
-¿Para qué es eso?
-Si no quieres seguir ahora es el momento de decirlo.
-Shaka, yo...
-Shiryu, no me ofenderé si dices que no. No pienso violarte, si lo hago quiero que sea únicamente porque tú consientes.
-Shaka ya me preguntaste varias veces... y aún no he cambiado de idea.
-Mi Shiryu... ponte de nuevo boca abajo.

Shiryu así lo hizo, Shaka le volvió a abrir las piernas y a untar un poquito más del lubricante para casi inmediatamente proceder a penetrar con su largo miembro aquel estrechito canal que se le presentaba delante suyo como en bandeja de plata.
Tan pronto como se vio atrapado dentro de Shiryu, Shaka dio un gran respingo y se sintió con ganas de empujar más fuertemente, pero sabía que debía contenerse puesto que la cara de su joven amante estaba contraída a causa del dolor. Se paró un momento para que el dolor se le fuera pasando. Sus manos recorrían con detenimiento aquel torso joven tan bien proporcionado.
-Aaaaaggg... más rapido... más... -decía el mas joven tratando de empujar y rotar sus caderas.

Shaka intentaba frenar los impulsos del chico a pesar de que aquellos movimientos bruscos y repentinos quemaban su miembro y lo excitaban aún más.
-Shiryu, quieto que voy a desgarrarte.
-¿Quieto?... ¿quieto?.... aggg... -llevando la mano de Virgo a su hombría para que le acariciara.
-Así que eso es lo que quieres, ¿eh? -respondió en plan provocativo.
-Shaka, habla menos y folla más...
-Cuidadito con ese lenguaje...
-!¿Quieres hacerlo de una puta vez?!
-!Ah!, ¿sí? - respondió algo enojado y empujando algo más brutalmente- pues prepárate (entre jadeos) y como no te calles te voy a amordazar.
*Haz el favor de no provocarme, mi paciencia tiene un límite*

En realidad Shaka no estaba enfadado y ya que nunca nadie se había atrevido a hablarle así, la novedad le excitaba, aunque no quería que al caballero de bronce se le subieran los humos. A modo de pequeña venganza cuando notó que Shiryu estaba a punto de eyacular de nuevo, le apretó la base de su hombría para que el líquido no pudiera escaparse y al mismo tiempo le hacía cosquillas en los testículos que hicieron que Shiryu soltara un enorme suspiro de frustración.
-!Mierda!
-!Qué traserito tan bonito!-dijo lascivamente- ¿a qué tanta prisa?....
Shaka le penetraba lentamente para luego darle una fuerte embestida cuando menos se lo esperaba, se paraba un ratito meneando lentamente sus caderas y las del chico y cuando Shiryu pensaba que iba a terminar volvía a recibir un empujón aún más fuerte que le sacudía las entrañas y que despertaba un sentimiento en el que nunca antes había experimentado: a veces el placer y el dolor son solo las dos caras de una misma moneda.

Llegó el momento en el que Shaka ni quiso ni pudo contenerse más y regó el interior del chico con su líquido tibio y blancuzco, finalmente dejando que por fin Shiryu pudiera vaciarse en su mano. Después de aquellas exerciones ambos estaban hechitos polvo, Shaka no salió de él inmediatamente y entretanto acariciaba con inaudita ternura el largo cabello negro del chico.
Unos minutos más tarde, le dio la vuelta e inundó su rostro con pequeños besos que el Dragón le agradeció con una sonrisa y llevándose una mano del guardián de oro a los labios depositó un beso en ella.
Los dos permanecieron abrazados en silencio largo rato hasta que Shiryu habló.
-Shaka, ha sido increíble.
-¿Te gustó lo que hemos hecho?
-Sí, mucho (con un deje de tristeza en su voz) pero...
-A mí también me gustó, pero los dos tenemos deberes por cumplir, ¿no es cierto?
-Mis compañeros andarán preocupados por mí.
-Lo dudo. Sólo ha transcurrido una hora.
-¿Eso es todo? -preguntó el sorprendido muchacho.
-(Asintiendo con una pícara sonrisa) No te preocupes, te conduciré por un pasaje secreto hasta la casa de Capricornio.
-¿Por qué no hasta el final?
-Shiryu, yo no puedo inmiscuirme en vuestra lucha y tampoco quiero pelear contra otros caballeros de oro sin haber necesidad de ello, pero debo advertirte que no creo que Shura te deje pasar por las buenas y que es uno de los guardianes más poderosos del Santuario *y más tozudo que una mula cuando se le cruzan los cables*. Espero que lo que acabo de enseñarte te sirva de ayuda porque yo tampoco puedo cruzar el templo de otro caballero a no ser que esté vacío o que tenga su consentimiento...
-¿Los templos de por medio...?

-Libra está vacio, además de que Dohko es tu maestro y normalmente entre Milo y yo nos encargamos de velar por su seguridad y por la armadura de oro. Milo de Escorpión ahora está ocupado con los caballeros del Cisne y Andrómeda. Sagitario está vacío y el espíritu de Aioros está a vuestro favor.
-Gracias, Shaka.
-No hay de qué y ahora lávate y vístete. Hay mucho por hacer, recuerda que después del templo de Shura hay otros dos caballeros en los templos de Acuario y Piscis que se las gastan todavía peor que él.

Poco tiempo después salieron hacia la décima casa hablando por el camino.
-¿Cómo así?
-¿Cómo así, qué? - preguntó Virgo.
-¿Por qué dices esas cosas sobre los caballeros que quedan?
-A ninguno nos gusta que nadie entre al templo sin permiso. Además, no todos creen que Saori sea Atena.
-¿Tú sí?
-Shiryu, lo que yo creo es inmaterial, pero no presentí nada maligno en vuestros cosmos.
-¿Pero...?
-!Ah! Ya hemos llegado a la salida de la novena casa, -interrumpió el caballero rubio- mis alumnos y los otros estan a punto de salir. Bien, creo que debemos despedirnos aquí.
-¿Volveremos a vernos?
-Claro que sí.
-!Perfecto!, porque la próxima vez serás tú quien no va a poder sentarse durante varios días -dijo Shiryu al oído de Shaka.
-Primero vente con los otros a repararme los destrozos que me hicistéis o sino... os vais a enterar de lo que es bueno y después... ya veremos -le sonrió el sexto caballero con una mirada de complicidad.
Antes de que los otros llegaran se despidieron con un largo, cálido y dulce beso lleno de promesa.

Los demás salieron de casa de Aioros un cuarto de hora más tarde. Tras un breve intercambio de palabras los caballeros de bronce se dirigieron hacia la décima. Los de plata se encontraron a mitad de camino con Shaka entre ambas casas.
-Y bien, ¿qué tenéis que decirme?
-No hubo ningún problema al cruzar las casas, maestro.
-¿Disfrutastéis de la mision?
-Sí, maestro, muchas gracias.
-Me alegro mucho, pero vuestro trabajo aún no ha terminado, Milo necesita ayuda y ademas hay otro asuntillo por resolver.
-¿Oh?
-Muchachos, os dije una hora y os habéis retrasado.
-Maestro... (los chicos pusieron cara de resignación porque Shaka era muy estricto con ellos y no les dejaba pasar ni una, pero aún así, se sentían orgullosos de él y esperaban que algún día uno de ellos fuera el digno sucesor a la armadura de Virgo)
-Me parece que vais a necesitar una lección en puntualidad y ya que estamos de paso vamos a ver a Milo.

*Quizás pueda echarme una mano con estos dos*

Los tres se dirigieron hacia la casa de Escorpión.

FIN
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